viernes, 27 de noviembre de 2009

ROMPAMOS TODO

LA VOZ A TI DEBIDA

Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!


Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».

Pedro Salinas, 1933


domingo, 15 de noviembre de 2009

La posmodernidad explicada a los niños

Una de las razones fundamentales por la que la escuela como institución y el mundo andan tan a la gresca es la refutación constante que el mundo hace de todo lo predicado sobre el mundo en la escuela. La escuela miente, no deliberadamente, pero sí en tanto en cuanto sus categorías, estructuras y relatos no abarcan ni explican el mundo, no nos permiten preverlo, conocerlo ni transformarlo. Los niños visitan fábricas en un mundo donde todo se produce en China, aprenden valores que no les permitirán sobrevivir en un entorno económico de competencia salvaje, les hablan del progreso a través de la libertad y el conocimiento en un entorno de miseria creciente, violencia y desigualdad. Los grandes del arte occidentales ya no emocionan a nadie o sólo a muy pocos, las vanguardias artísticas pasaron de ser una bofetada contra la sociedad burguesa a convertirse en otro canapé más de la sociedad de consumo. El futuro no nos lleva necesariamente a un mundo mejor, lo nuevo no es mejor que lo viejo ni supone siempre avances, el arte popular se divorció del académico, las vanguardias dieron paso al abismo; una vez rotos los puentes con la tradición, se quedaron mudos todos los artistas.

La posmodernidad significa que no hay dioses, ni genios, ni progreso. Interesa más de qué murió Mozart que entender sus sinfonías, se encuentran en un mismo museo Las Meninas de Velázquez, las de Picasso y sus versiones comerciales y publicitarias, se hacen conciertos barrocos a partir de canciones de los Beatles y versiones en heavy metall de Haendel o Couperin. Como prueba curiosa de esta época, semejante a la etapa última del Imperio Romano, en la que los dioses eran representados sin majestad alguna mostrando todos sus vicios, añado esta curiosa muestra que ya conocéis algunos de vosotros.

¿Esto es bueno o malo? Esa sería una cuestión moral, algo que el movimiento posmoderno considera fuera de lugar, pues no existen hechos, sólo interpretaciones.

jueves, 29 de octubre de 2009

Gonzalo Escarpa


(...)
Si tengo que recurrir al insulto,
es porque no me queda otra.
Si tengo que recurrir a la poesía,
es porque no me queda otra.
Hay quien piensa
que la poesía no debe caer en el insulto.
Me lo dicen constantemente,
en las lecturas,
en las esquinas,
en los márgenes de los poemas.
Pero yo creo que el insulto es otro.
Y que cualquier palabra, si nos ponemos,
puede ser malsonante.
Pero yo creo que hay que responder.
(...)

Gonzalo Escarpa


viernes, 2 de octubre de 2009

Andrés Neuman, ese hombre

Lo conocí en Varsovia, durante un curso cuyo diploma he perdido, así que, si gana notoriedad pública y gloria bendita, me tomarán por un viejo loco cuando diga que lo conocí y comí salmón fresco en su compañía. Es un gaucho joven, delgadito, majísimo, elegante, un encanto, que vive en Granada, aquí cerquita, y que ya se ha labrado un nombre (merecido) en el mundillo literario y académico. Tiene nuestra edad, así que, si no hemos compartido riñas y juegos con él, ha sido por pura cuestión de espacios. Seguro que sabe quién es Goku.

Cuando pienso lo lejos que ha llegado este hombre teniendo mi misma edad, me pregunto qué error habré cometido. Debí decir: "Sí, argentino", cuando antes de nacer me preguntaron qué nacionalidad escogía. También debí decir: "Sí, con talento", cuando, poniéndome el craneo ante las narices, me preguntaron qué quería para acompañar. Yo me limité a responder: "Con mucha salsa, señorita". Ni siquiera me pusieron patatas.

Transcribo un tronchante poema suyo y os recomiendo que leáis sus cuentos, escribe como Los Ángeles de California.

PASARELA GARCILASO

En tanto que la pose y la autoestima
florezcan en la cumbre de tu nombre,
procura que las dudas no te asombren:
encima de tu miedo hay purpurina.

En tanto que la piel tape dolores,
El muslo insista, el pecho siga alzado
y abunden los perfumes, los aplausos
en París, en Milán, Madrid o Londres

no pienses demasiado, date prisa,
es el momento de correr a escena,
tú simplemente, ve, finge, respira.

Caminará por ti la edad ligera,
todo va a sonreírte en esta vida
mientras parezcas joven y perfecta.




martes, 29 de septiembre de 2009

Lo pequeño y lo grande

Estaba leyendo un ensayo de Fernando Valls sobre el microrrelato ("Soplando vidrio"), cuando me detuvo una efervescente idea en la cabeza. Me encanta el ensayo, pero me cuesta mucho leerlo, porque me bastan dos o tres buenas páginas de pensamiento para ponerme nervioso, empezar a sentir que me asaltan mil ideas a la vez y no poder estarme quieto de pura excitación, como si en mi tejido neuronal hubiera estallado la guerra civil. Nunca consigo acabarlos, porque es como si tuviera que comer sobres de "peta-zeta" por kilos; puedo pasarme años dándole vueltas a una misma idea o a un mismo fragmento, a una paradoja o a una pregunta sin respuesta. Sólo leyendo los preambulos puramente informativos (y justificativos de subvenciones recibidas) de los másteres de lingüística de la UNED me quedé desvelado hasta las cinco de la madrugada. Pero no pretendía hablar de (otra de) mis patologías mentales, sino transmitir una idea que me asaltó al hilo de la lectura de este ensayo.

Valls (de Viena) defiende que el microrrelato no es una modalidad del género cuento, sino un género en sí mismo. Esta idea no os es desconocida. Yo siempre me he resisitido a aceptarla, creo que el microrrelato es una ínsula del genero narrativo breve. Pensé en los argumentos expuestos e intenté una reducción al absurdo que me llevó en una dirección opuesta a la esperada. Lo que diferencia al microrrelato del relato es su extrema brevedad, ergo, si esto es un elemento sustancial, ¿podríamos hablar de micropoema, microensayo y microteatro como géneros autónomos?

Luego pensé que la única razón por la que no podríamos hablar de ello es porque no se ha intentado aún, no porque sea necesariamente imposible, sino circunstancialmente, es decir, podría producirse, pero aún no se ha producido. Estas hipotéticas creaciones resituarían muchos géneros menores heredados tradicionalmente, como sucede con el microrrelato, lo cual, sería fascinante. ¡Toda una gama literaria basada en el tamaño! Como las réplicas de los coleccionables de cada otoño. Podría constituirse en eje categorial, como el verso y la prosa o la representación y la declamación aristotélica.

Propongo que podríamos empezar con el microensayo, una argumentación hiperbreve y con voluntad de estilo y agudeza intelectual.

Lanzo el guante, colegas, quien quiera que lo recoja.

Si no os apetece reconducir el rumbo de la Historia de la Literatura Universal, os propongo que, al menos, concertemos esa cena para celebrar nuestro decenio en común.

Lots of Love.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

No es una marca de televisores alemana

Una de las muchas obras artísticas que inspiró nuestro Don Quijote fue esta suite orquestal de Telemann (no, la marca barata de imagen y sonido del Pryca era Kneissel) . La música de Telemann, si bien no tan brillante como la de sus coetáneos Bach o Haendel, está llena de energía y creatividad. Os invito a descubrirla, a aquellos que no la conozcan.

Asamblea de vecinos

Me gustaría pedir al administrador del edificio que colocara en "Flujos y reflujo" este enlace: http://altrasluz1.blogspot.com/. Se trata del Blog de Abel Murcia, poeta, director del Cervantes de Cracovia y Varsovia y un excelente traductor de poesía polaca.

jueves, 17 de septiembre de 2009

All is full of love

Has de ir por donde no sabes...

you'll be given love
you'll be taken care of
you'll be given love
you have to trust it

maybe not from the sources
you have poured yours
maybe not from the directions
you are staring at

trust your head around
it's all around you
all is full of love
all around you
all is full of love

you just aint receiving
all is full of love
your phone is off the hook
all is full of love
your doors are all shut

all is full of love!

all is full of love
all is full of love
all is full of love
all is full of love
all is full of love

Björk

lunes, 14 de septiembre de 2009

Semilla alejandrina

¿Semillas que cambien nuestro mundo? Recuerdo un cuento escrito en alemán por la narradora finlandesa Marjaleena Lembcke llamado "Cuando las piedras eran pájaros" (Als die Steine noch Vögel waren), que hablaba de un muchacho que amaba a todo el mundo. El nombre me pareció tan sugerente que escribí un relato sobre un niño fantasmal que acudía en auxilio de otro y, como prueba de su carácter sobrenatural, transformaba en pájaro una piedra arrojada por éste a un estanque. Creo que lo titulé "Oskari".

Pensar que las piedras fueron pájaros supone un ejercicio de melancolía insoportable, pero en aquella novela el protagonista sostenía que aquella condena pétrea de las aves era transitoria. Las rocas tomarán color y alas y levantarán el vuelo, en bandada y sin previo aviso, como Nils Holgerson sujeto al cuello de su ganso. Oscuridad entre dos relámpagos perpetuos, fe en la luz.

Volver en pájaros las piedras implica obtener la vida alejándose de la tierra. La vida sería una propiedad del elemento aire. Ganar la vida implicaría ascender, vivir trazaría líneas verticales con respecto a la superficie de la tierra, vivir sería volar.

¿Qué germinará de una semilla que convierte las piedras en pájaros? Árboles aéreos.

¿Hará esto de este mundo un mundo mejor? Quizá hará otro mundo mejor.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Semilla en la tierra

A propósito de los místicos, la música y las semillas...

Y cada uno en su camino
va cantando espantando sus penas
Y cada cual en su destino
va llenando de soles sus venas
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón,
tirando piedras
contra la última frontera
(...)

Carlos Chaouen

domingo, 6 de septiembre de 2009

Fray Luis de León

Oda a Salinas
El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.
A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.
Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.
Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera música,
que es la fuente y la primera.
(...)

miércoles, 19 de agosto de 2009

Versillos del Monte de Perfección

Durante mucho tiempo, estuvo colgado en el salón de Casa Risa, ese cronotopo inolvidable, un papel con unos versos atribuidos a San Juan de la Cruz (que la tradición admite). El papel parecía recordar a los viajeros de aquel lugar habitable la constante paradoja en la que vivían sus sueños de metáforas y controversias. Años después (y ya son años, no te lo pierdas), busqué y busqué esos versos que nunca pude retener en la memoria y no encontré nada, ni en las Poesías completas ni en internet. Ahora he abierto el libro de arena por su inconcebible página central, el google, y he puesto el único verso que a buen seguro pertenecía al poema y que todavía no había olvidado: has de ir por donde no sabes. Lo he recuperado, pero he de decir que me encuentro con una versión extendida cuya autoría parece vacilar. Por ello, lo atribuyo a un místico cualquiera, a la tradición o al lenguaje. Cierto, has de ir por donde no sabes para venir a lo que no sabes, y a lo que no gustas, y a lo que no posees. Mira lo que nunca has visto, di lo que a veces escondes, ama como siempre quisiste.



Para venir a gustarlo todo,
no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo,
no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo,
no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo,
no quieras ser algo en nada.
Para venir a lo que no gustas,
has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo que no sabes,
has de ir por donde no sabes.
Para venir a lo que no posees,
has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres,
has de ir por donde no eres.
Cuando reparas en algo,
dejas de arrojarte al todo.
Para venir del todo al todo,
has de dejarte del todo en todo.
Y cuando lo vengas del todo a tener,
has de tenerlo sin nada querer.
Cuando ya no lo quería,
téngolo todo sin querer.
Cuanto más tenerlo quise,
con tanto menos me hallo.
Cuanto más buscarlo quise,
con tanto menos me hallo.
Cuanto menos lo quería,
téngolo todo sin querer.
Ya por aquí no hay camino,
porque para el justo no hay ley;
Él para sí se es ley.


Místico en éxtasis


domingo, 26 de julio de 2009

viernes, 17 de julio de 2009

Dime una estrella

Suavemente, la tarde fue cayendo sobre el horizonte. Con el resplandor de la noche, y casi ya sin darse cuenta, los dos acabaron hablando descuidadamente mientras se fijaban más en los gestos como de un espejo del otro que en sus propias palabras desacertadas, más en el espejo de sus ojos. Salieron las primeras estrellas.
En un momento cualquiera, le dijo si quería contemplar el espectáculo más asombroso. Levantó la cabeza y perdió su mirada en el cielo. Luego se volvió hacia ella y miró en sus ojos. Le ofreció la mano para que la cogiera. Ella vaciló un instante, ya no estaban juntos, y todo aquello le parecía raro. Millones de preguntas pasaron por sus ojos en un segundo. Él confió en sentir el tacto de su mano de nuevo, siquiera para vivir juntos aquel milagro, aunque la confianza fuera lo más difícil una vez perdida. Sin embargo, sin reservas o sin despecho, solo por un amor puro, ella confió de nuevo y cogió finalmente su mano.
-Dime una estrella, la que quieras -le dijo mirando el cielo sembrado.
-Esa de allí, la que parpadea más -contestó ella.
Él la miró un instante, cerró los ojos mientras hacía una respiración profunda, y volvió a mirar a la estrella, fijo, inmóvil, esperando. Ella lo miraba con una mezcla de curiosidad y extrañeza. Pasaron momentos como siglos que no pasaba nada. Y de pronto...
...Una sutil vibración en la delicada mano de ella, una dulzura indescriptible... Casi un cosquilleo magnetizado que se extendía por su ser... Establecida la conexión, él se volvió hacia ella, que andaba inquieta con lo que sentía, y aclaró:
-No soy yo, es la estrella.
***
Le habló de innumerables noches contemplándolas, cada una distinta a las otras. Con el tiempo, llegó incluso a percibir no solo sensaciones, sino también imágenes, y músicas. Las estrellas emanaban frecuencias de paz, de perdón, o de sanación. Algunas contaban chistes continuamente. Otras eran hermosas historias de amores. Cada noche, un cielo distinto era el que cantaba infinitas entonaciones de voz o color. Se dio cuenta, por experiencia, que cuando alguien no podía guardar más el amor en su corazón, espontáneamente subía a una estrella, desde donde brillaba en ciclos eternamente. Eso era lo que llamaban tener estrella. Y con esto nadie podía nunca estar solo, arropado por el amor infinito.
Ella pensó un momento en el pasado y lo miraba mientras él adivinaba en el cielo. De repente, ella apretó fuerte su mano, se tensó todo su cuerpo, y vio un resplandor caer del cielo. Él señaló arriba y a ella le dio tiempo a ver la estela fugaz de la estrella incendiada.
Cuál sería de tantas la estrella a la que su amor se iría...
ALEH

martes, 7 de julio de 2009

El tiempo de la semilla

El tiempo de la semilla es incierto.
Tan frágil
y a la vez tan poderosa,
enterrada en la oscuridad y el silencio,
en la misma soledad de la tierra,
no puede saber de sus flores,
no puede creer en sus frutos.
Solo puede acumular energía.
Soñar con el sol infinito.

Toda semilla necesita su tiempo.
Enfadarse no sirve de nada,
apenarse no vale la pena.
Porque el más anciano de los robles
y la más sabia entre las encinas
también fueron inciertos brotes,
débiles músicas bajo la tierra,
que con la orquesta de la creación inmensa
conmovieron los cielos de alegría.

Los ojos de la semilla están ciegos y sordos
pero ven y oyen más allá de tus aciertos.
Un impulso infinito que las quiebra
las llena de un intenso amor por lo desconocido.
Pero la semilla que no sigue su impulso se pudre.
Son sabias y hermosas aunque no las veas,
y en los corazones son fértiles aunque no las sientes.
Dueñas del destino.
Creadora de universos.

ALEH

miércoles, 1 de julio de 2009

El apagón digital

Habían creado una inmensidad de aparatitos para combatir el apagón analógico. Mi pueblo era uno de los primeros en unirse a ese terrorismo mediático. Las familias de borreguitos acudían a las tiendas en busca de su nuevo y despampanante pesebre. Y todos ya lo tenían. Para facilitar las cosas, la empresa de televisión del pueblo lo hacía todo por su fiel rebañito de ovejas y le quitaba la molesta preocupación de adquirir su amplio y obligatorio cebadero digital. Se lo suministraban directamente en sus raciones diarias. Así ni siquiera eran conscientes de la trampa. Ni siquiera tenían que actuar.
Todo parecía tan apacible e inocente... Más canales... mejor calidad de imagen... un nuevo mundo de posibilidades e interacciones con la pantalla... ¡¿?! 00110111101010001101011100110010011100110110110001100110100010111010111001111 0001010111010101101000111???????????????????????????????????????????........................ Vaya, ¡parece que me censuran!
En fin, lo que venía diciendo era que 0000000000101011101100001111110110111100100!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!???? pero ¡¡¡bueno!!! ¿qué está pasando? Vale, vale... lo diré sarcásticamente: la televisión es un medio de difusión mental lleno de sabiduría y buenos sentimientos, donde se educa a la gente para que saque lo mejor de sí misma y lo comparta todo con los demás fuera del alcance egocéntrico del consumismo de cosas... Más aún, es la fuerza para movilizar a los pueblos hacia la sensatez y la cooperación de recursos através de la información veraz, capaz de fomentar la confianza y la comprensión de individuos en contra de la violencia y el pánico, y crear sociedades pacíficas y cohesionadas económica y estructuralmente, y no divididas por infinitos estigmas vitales con el mínimo común múltiplo del estrés cerebral instalado en el miedo.
Primer día sin tele: no me pasa nada, anoto en mi cuerpo y en mi mente.
De aquí a seis meses, la diferencia en nuestra dieta mental y emocional, generada por este cambio de pastos y de pesebres, por este cambio de aires, dará comienzo a nuevas e increíbles acciones borreguiles para buscar otros riscos y planicies donde poder solazarnos en libertad.
Veo infinitas tiendas con sus infinitas teles con TNT incluido, digo... TDT,,,,,,,,,,,,..,.,.,.,,,.,,,,,,,,.,.,,. pantallas y pantallas planas y relucientes y sus infinitos aparatitos para su comida basura, cultura basura, información basura 10001011110111011010100001111!!!!!!!!!!!!!!!!?¿?¿?¿!!¡¡¡ Todas se quedan en las tiendas... Se colapsan los almacenes de teles sin vender... de aparatitos sin vender... cierran las fábricas de teles, las emisoras de teles, los satélites de teles... la señal de las teles se pierde... Los borreguitos, sus familias, amigos y holgazanes, echan por otro camino, el de la vereda, el transhumante, y tiran al monte, a echarse en la tierra y mirar en el cielo los variados espectáculos de atardeceres y amaneceres, los días y las noches, las lunas, las estrellas y los soles, los ciclos eternos, los cambios de estaciones.
Ya solo quedan seis meses.
ALEH

miércoles, 24 de junio de 2009

El sueño de los corazones

El sueño de los corazones no se sabe dónde comenzó. No se sabe en realidad quién o quiénes lo originaron. Se cree que estuvo por mucho tiempo dormido en las profundidades de cada uno. Estuvo tanto tiempo enterrado que las generaciones de humanos tendieron a olvidarse, desaprendieron el cómo y el porqué. Acostumbrados a la violencia y el miedo, adoctrinados para la venganza, los corazones simplemente ignoraron lo que eran capaces de hacer. La férrea dictadura mental que nos esclavizaba meticulosamente se encargaba de culpar y chantajear a los corazones. Casi nadie sabía escapar porque casi nadie se creía prisionero de la cárcel invisible de números y leyes. Mientras tanto, los pobres corazones doloridos marchitaban de angustia y pena.
Un buen día fue que los corazones empezaron a despertar su sueño por el mundo. Despertaron indiscriminadamente entre niños y mayores, mujeres y hombres, pobres y ricos. El sueño difería poco de unas latitudes a otras, de unos idiomas a otros. En todos, el soñador tenía un sueño en el que soñaba que despertaba y luego salía de su casa. La calle estaba en una PAZ absoluta. No había nadie, ni dentro ni fuera de los edificios. En la puerta de su casa, siempre de manera que lo viera y de forma inequívoca, había dibujado un gran CORAZÓN con dos mensajes muy claros dentro: GRACIAS, TEQUIERO. El sorprendido protagonista comenzaba entonces a caminar en silencio por las calles y contemplaba atónito cómo por todas partes había CORAZONES de todos los tamaños y colores con los mismos mensajes que el suyo, GRACIAS, TEQUIERO. Por todas partes.
Durante la vigilia, muchos soñadores, al cruzar sus miradas, podían leer en los ojos del otro los mismos mensajes que en los corazones del sueño. La gente hablaba del sueño como algo inusualmente apacible, se sonreía. Un sentimiento de paz empezó a apoderarse de quienes sabían que su sueño era compartido por otros. Y fue entonces cuando aprendieron a soñar juntos en el sueño. Se crearon grupos de soñadores que eventualmente recorrían escenarios oníricos plasmando CORAZONES GRACIAS, TEQUIERO allí donde creían necesario y hermoso. No tardaron mucho en encontrarse con soñadores de otros escenarios. Tejían como redes sus sueños. Abarcaron toda la Tierra. En los ríos y océanos, los corazones se unían unos con otros formando infinitas líneas por debajo del agua.
Esta generación de corazones en el sueño produjo que, de manera espontánea, muchos despertaran en el sueño porque algún familiar o amigo les plasmaba un CORAZÓN GRACIAS, TEQUIERO en la puerta de su casa para soñarlo. Muy raro era aquél que lo rechazaba. Con el tiempo, y paralelamente a la aparente normalidad de la vigilia, se concretó lanzar CORAZONES a TODOS los que pública o encubiertamente estaban dirigiendo los destinos del mundo. Los corazones de estos estaban endurecidos con gravísimas cortezas callosas de indiferencia, absolutamente insensibles al dolor que provocaban. Muchos días y muchas noches pasaban sin que se despertara el más mínimo atisbo de AMOR en sus corazones asfixiados. Era normal que acudiera en estos casos muchísima gente a lanzar CORAZONES a la puerta de su casa, generaciones que habían sufrido las consecuencias de sus actos o que estaban allí en nombre de los que ya no estaban. Finalmente, el protagonista del sueño despertaba. Su casa estaba vacía. Hasta él, llegaba un rumor de gente por las ventanas abiertas. Su corazón se aceleraba. Salía lentamente a la puerta de la calle, y encontraba una multitud ante él que en ese mismo momento callaba.
-¿Qué hacéis aquí? ¿A qué habéis venido? -preguntaba alzando la voz a la masa.
Entonces todos señalaban a su pecho, que lo tenía abierto y sangrante.
-Estamos aquí porque te Perdonamos -indicaba una voz femenina.
-¿Perdonarme? ¿Por qué? ¿Qué me está pasando?
-Has decidido abrir tu corazón -contestaba un niño.
Al mirarse al pecho, veía su corazón como una roca sangrando y abriéndose.
-Has cargado demasiado sobre tus espaldas, pero te Perdonamos.
-Todos te Perdonamos, ¡date la vuelta!
Perplejo por lo que estaba pasando, el protagonista se giraba y contemplaba los cientos y miles de CORAZONES GRACIAS, TEQUIERO que había plasmados en su casa y sus posesiones.
-¿Qué significa todo esto? -gritaba entonces.
-Son los corazones de todos los que sufrieron tus consecuencias.
-¿Y por qué me dan las gracias, por qué me quieren?
-Te Perdonamos, te damos las Gracias y te Queremos por todo lo que vas a sentir Ahora.
-¿Y qué voy a sentir Ahora? -preguntaba desconcertado.
Y en ese mismo momento, solía abrirse su corazón por completo, caía en pedazos la cáscara resquebrajada, y en sus pálpitos afloraba todo el dolor que había provocado en todos y cada uno de los corazones en una suma incalculable de años, llantos y gemidos. Ríos de lágrimas y catárticos lamentos seguían después en un trance agónico casi sin término. Pero la multitud entera lo abrazaba. Poco a poco y sabiéndose querido, sentía de nuevo los impulsos de los latidos libres de corazas. Y finalmente, el Corazón Nuevo como un niño, curado ya de sus mortales llagas, se llenaba con el gozo de las GRACIAS y con la PAZ del AMOR restablecido en un sobresalto que lo despertaba.
ALEH

miércoles, 17 de junio de 2009

La parábola de los borregos

Los centros comerciales
las cajas registradoras
las colas...
el tráfico en hora punta por todas partes
el ticket del metro
los rediles individuales
los aeropuertos
las oficinas de los bancos
las colas del paro
las escuelas, los institutos, las universidades
los colegios electorales
las urnas de los votos
los mítines
los partidos de fútbol
los partidos de fútbol por la tele
los partidos de fútbol en los bares
las carreras de coches y de motos
los conciertos de las estrellas
los templos religiosos y los paganos
las grandes discotecas y los antros
los parques temáticos
las ferias de los pueblos
(...)

todo está lleno de borregos
borreguitos como tú y como yo
que hacen lo que otros borregos hacen
solo porque algunos borregos se creyeron lobos
y nos amenazan con sus zarpas día y noche
y nos impusieron sus leyes y sus pastos
a cambio de acabar en el matadero

borreguitos del mundo, uníos
para escapar del redil, las esquiladoras
las ordeñadoras y las descargas
mortales y furtivas

¿qué pasaría si el rebaño en masa
dijera que NO a las normas?

ALEH

viernes, 5 de junio de 2009

El juego de la semilla

Muchas veces, comentamos así indiferentemente lo mal que está el mundo. Estamos tan acostumbrados... Creemos que no se puede hacer nada. Vivimos con el convencimiento de la inutilidad. Qué le vamos a hacer. Echamos un rato, despotricamos a quien haga falta, luego nos quejamos de todo un poco. Lo curioso es la expresión que más tarde usaremos para referirnos a la plática: nada, hemos estado arreglando el mundo. Tiene gracia, me gusta, se supone que es por el sarcasmo tan grande.

Si pudiésemos sustraernos del mundo, verlo desde un ángulo elevado, veríamos que está todo sembrado de mierda. Bueno, todo todo no, pero casi. Lo digo simbólica y literalmente. Y sí, ya sé, no estoy descubriendo nada, pero todo hay que decirlo. Allá por donde mires, a no ser que sigas durmiendo el sueño pegajoso que nos vendieron. Lo bueno de la mierda es que también tiene un potencial infinito...

Es por esto que yo quiero jugar un juego. Un juego así, sin pretensiones, como los juegos auténticos. Pequeños aleteos cerebrales en medio de mareas informativas y entretenimientos malignos. Leves luciérnagas, frágiles mariposas.

La Madre Naturaleza sabe mucho de estas cosas. La manera que tiene de crear y reproducirse es desaforada. Como suele decirse con otro sarcasmo de los buenos, no tiene conocimiento. Diminutas semillas que se expanden por tierra, mar y aire, en cantidades ingentes... y así no falla. ¿Os habéis fijado? Qué lista.

Y esas semillas, ¿qué me decís de las semillas? ¿No os parecen algo formidable? ¿De verdad que no? ¿De mil formas, tamaños, texturas, olores y colores, capaces de convertir la tierra, el sol, el agua y el aire en infinitas formas, tamaños, texturas, olores y colores... capaces de generar miles de millones en su vida de nuevas semillas en un ciclo de expansión, de crecimiento, belleza sin término, en constante evolución y perfección? ¿Quién o qué programó semejante maravilla?

Desde luego, no ha sido la misma inteligencia que ha minado nuestro mundo de semillas de odio. Y sí, aunque aceptamos que todo lo malo existe, que también forma parte del todo, que sin positivo y negativo no habría corriente, es hora de lanzar nuevas semillas, semillas que expresen nuevas posibilidades. Ya tenemos el contraste suficiente.

Propongo el juego de la semilla. Crear semillas textuales con graciosas, inauditas y mágicas situaciones para nuestro desfasado mundo de dolor y miedo. Ya basta. Elegantes y coloridas mariposas que muevan las alas del pensamiento para desafiar todo lo establecido y hacer saltar por los aires lágrimas y risas de despropósitos. Seremos todo lo anti-realistas que podamos: el apagón analógico, el fin de la guerra, el fin del dinero, el fin de la mentira...
Llenemos el mundo de estas nuevas semillas de amor. Diseminemos su fuerza y su creacción. Abrámonos a todos los potenciales. Seamos libres de crear nuestras propias semillas o dar continuación a las que se estén expandiendo... Seamos valientes y felices con el mundo. Qué ganas tengo de ver cómo me continúan La parábola de los borregos.
ALEH





miércoles, 27 de mayo de 2009

Viceversa


Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

Mario Benedetti.

Aunque actualmente estoy jodida y jodida, dejando muy lejos el "radiante", éste ha sido un poema muy importante para mí.

sábado, 16 de mayo de 2009

NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer lo párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

MARIO BENEDETTI

No os voy a decir mucho del poema de Benedetti, supongo que conocido por la mayoría. Es el primer poema que leí y no quiero decir de este autor, sino el primero que leí y disfruté. Se me abría en aquel momento todo un mundo que me acercó aún más a la literatura. A partir de él llegaron más versos y más poetas, y hasta hoy. Lo pongo aquí porque me encanta la fuerza que conserva cada vez que lo releo, aunque pasen ya más de quince años del día que lo descubrí.

viernes, 15 de mayo de 2009

El sitio de mi recreo

Os dejo un regalico, simplemente para que no caiga en el olvido.
Seguro que ya estará allí.

sábado, 9 de mayo de 2009

... ¿Un loco?

Me he permitido, a propósito del texto de Aleh (sobre todo, cuando dice: "y en mi locura encontré la libertad y la seguridad"), traer aquí un documental que quizá muchos conocéis. Se trata de Un día con Leopoldo María Panero. Ésta es la 3ª y última parte (en youtube están las otras dos). Atentos al 4'12'', ya por el final. Estoy convencida de que, al igual que hice yo, sonreiréis y asentiréis por dentro y quizá alguno incluso piense: "¡qué cabrón!".


viernes, 8 de mayo de 2009

El loco

Me preguntáis cómo me volví loco. Ocurrió de este modo:

Mucho antes de que naciera la mayoría de los dioses, me desperté una buena mañana de un sueño profundo y vi que me habían robado todas mis máscaras. (Me refiero a las siete máscaras que me había fabricado y que había utilizado en mis correspondientes siete vidas anteriores.) Eché entonces a correr sin máscara alguna por las calles repletas de gente, exclamando a voz en grito:
"¡Ladrones, ladrones! ¡Malvados ladrones!".
Algunos hombres y algunas mujeres se burlaban de mí, pero otros, al verme, se metían en sus casas llenos de miedo.
Cuando llegué a la plaza del mercado, un muchacho que estaba apostado en la terraza de su casa, me señaló y dijo a voces:
"¡Mirad! ¡Es un loco!".
Miré hacia arriba con cierto aire de desafío para ver quién profería aquellos gritos. Por primera vez en mi vida, el sol besaba mi cara descubierta. Mi alma se inflamó de amor por ese sol y nunca más quise llevar máscara alguna.
"¡Benditos, benditos sean los ladrones que me quitaron mis máscaras!".

Así fue como me volví loco.

Y en mi locura encontré la libertad y la seguridad: la libertad de la soledad y la seguridad que da el que no le entiendan a uno, pues quienes nos comprenden esclavizan algo de nosotros.
Pero no permitáis que me sienta demasiado orgulloso de mi seguridad. Ni el ladrón que se halla encarcelado se encuentra a salvo de otro ladrón.

KHALIL GIBRAN, El loco.

domingo, 26 de abril de 2009

Al fin y al cabo somos filólogos

Empiezo a considerar la lectura un placer inestable. Capaz de transportarte a oasis de deleite o capaz de dar un tranquilo paseo mientras te coge de la mano y te agarra con fuerza, como si temiera que fueras a escaparte, o como si ansiara darte un beso y apretarte contra sí, pero no estuviera del todo segura de tu respuesta. Siempre he escuchado la ya manida métafora de la lectura como un viaje, que te lleva a lugares desconocidos y, de alguna manera, al centro de ti mismo. He dicho manida hace unas líneas, pero no quiero que me entiendan mal, tan manida como acertada. Sólo que hoy la idea del viaje se me ha quedado pequeña. La literatura y la lectura son mucho más que esto. Son placer, deleite, búsqueda incansable, incluso decepción cuando las páginas de un libro ante el que hemos depositado demasiadas expectativas se nos muestran laxas, despreocupadas o, más sencillo aún, fuera de contexto. En definitiva, podemos resumirlo en búsqueda, deleite y decepción que transcurren en una especie de vida paralela a la real o cotidiana, llámenlo como a ustedes les parezca bien, en la que de la misma forma pero un tanto más hirientes se suceden las tres. En la lectura todo es más sencillo. Podemos regodearnos en el placer sin cortapisas y desechar el libro inoportuno, el amante infiel o el malhumorado con el nimio gesto de cerrar el volumen y volver a colocarlo en la estantería. Con no sacarlo de su lugar y no abrir sus páginas está solventado el disgusto. Y sin embargo, en el otro extremo, encontramos el amante satisfecho del que podemos apoderarnos sin que nadie se moleste. No habrá ningún problema con el tiempo que decidamos retenerlo asido por los costados. Ningún límite coartará nuestra imaginación que se abandonará en las profundidades de los deseos más recónditos. El autor, en un guiño cómplice con el lector, nos propone una historia ante la que actuaremos con total libertad, proponiendo colores y matices nuevos, viviendo sus aconteceres en la intensidad que nos apetezca, creando personajes a los que atribuiremos cualidades y sentimientos que el papel tan sólo plantea. Poco más me queda por decir en relación al placer. Ese sabor que transgrede el sentido del gusto para transformarse en un escalofrío que te sube por la espalda es conocido por todos los que difrutáis leyendo. En cuanto a la intriga de la búsqueda, quiero decir, el conseguir extraer el deleite mientrar desechamos la decepción, no creo tener nada que aportar, de sobra conocéis que es el motor de cada paso.

viernes, 3 de abril de 2009

Mitosis

... Y cuando digo "morir de amor" -prosiguió Qfwfq-, quiero decir algo de lo que vosotros no tenéis ni idea, vosotros que creéis que enamorarse quiere decir forzosamente enamorarse de otra persona o cosa, o de lo que demonios sea. Resumiendo, yo estoy aquí y aquello de lo que estoy enamorado está allá; es decir, una relación vinculada a la vida de relación; en cambio, yo os hablo de antes de que me pusiera en relación con nada; había una célula y esa célula era yo, y basta, no miremos ahora si alrededor también había otras, no importa, había esa célula que era yo y ya es mucho, algo así basta y sobra para llenarte la vida; precisamente de esta sensación de plenitud quiero hablar, plenitud no gracias al protoplasma que tenía, que aun habiendo crecido en proporciones notables no era en cualquier caso nada excepcional; se sabe que las células están llenas de protoplasma, si no de qué queréis que estén llenas; yo hablo de una sensación de plenitud, digamos, si me permitís la palabra, abrir comillas, espiritual, cerrar comillas; es decir, el hecho de la consciencia de que aquella célula era yo, esa consciencia era la plenitud. Esa plenitud era la consciencia, algo que no te dejaba dormir por la noche, algo que no cabía en su pellejo, es decir, precisamente la situación que os he dicho: "morir de amor".
Italo Calvino, Tiempo cero.

martes, 24 de marzo de 2009

2666, ROBERTO BOLAÑO

Roberto Bolaño, autor de 2666, nos traslada a través de su personalísimo estilo a paisajes transidos de dolor, brutalidad y muerte. Realizamos como lectores un trayecto por una historia plagada de elementos propios de la novela negra; pero este autor transgrede todos los límites de cualquier género literario y nos presenta personajes, lugares y argumentos en un puzzle que no pretende ensamblar sus piezas para mostrarnos una imagen precisa y definitiva. La unión de cada pieza con el resto es debida a una fuerte intriga que atraviesa toda la novela y mantiene al lector con el libro abierto entre las manos, resolviendo los puntos que la inusual estructura plantea. El lector prevé, anticipa, crea y une fragmentos de esta historia, convirtiendose así en alguien activo ante el texto. Desea un final o una resolución de la intriga, a pesar de que sabe de antemano que no se producirá, pero se negará a creerlo hasta el momento en que cierre el volumen tras haber leido la última página.
Es un libro apasionado y cruel, escrito con un eficaz y elegantísimo estilo. Es, en definitiva, un guiño literario y cómplice a las literaturas europeas y latinoamericanas.

lunes, 23 de marzo de 2009

Era pacífico y peligroso

PATENTE DE CORSO

ARTURO PÉREZ-REVERTE XLSemanal 22 de Marzo de 2009

No pretendo compartir mi dolor, ni nada de eso. Le habría parecido un ejercicio cursi. Una mariconada. Sólo aprovecho esta página para dedicarle el homenaje que merecía. Que le habría gustado tener cuando palmara. Murió hace unos días, a los cincuenta y nueve tacos, tras un derrame cerebral que lo tuvo un mes con el pie en el estribo. Pepe Perona, maestro de Gramática. No firmaba de otro modo. También era catedrático de Gramática Histórica de la Universidad de Murcia, pero eso le importaba menos. Era un maldito esnob. A algunos de ustedes les suena, supongo, porque durante quince años asomó en estos artículos, de vez en cuando, en su calidad de miembro de la selecta hermandad de arponeros de Nantucket, entre humo de tabaco y ginebra azul. También fue personaje de una novela mía: Néstor Perona, maestro cartógrafo. Hasta en el cine salió un pavo haciendo de él. Bastante bien, por cierto. Ahora se ha muerto, el muy cabrón, dejándome aullando como un lobo triste. Buscando alguien en quien vengarlo, y vengarme. Café, tabaco y silencio, hoy prohibidos, decía. Y libros. Miles de ellos. Sabía griego, latín. Su tesis doctoral se tituló Influencia de Nietszche y Schopenhauer en la generación del 98. Lo sabía todo sobre Nebrija, sobre quien publicó una importante edición crítica. También tuvo la sangre fría de sacar In silentium, libro con todas las hojas en blanco. Lo tengo en mi biblioteca. «No leáis, que no merece la pena –decía–. Así, al menos, habrá menos chicles pegados en el suelo de los museos y las bibliotecas.» Le encantaba dar por saco a tontos, mediocres y canallas con ese desprecio refinado e inteligente, desprovisto de piedad, que era su marca del Zorro. «El peor cáncer de este tiempo es que las masas hayan aprendido a leer», escribía. «Así, la inteligencia se ha puesto a su servicio y se ha degradado.» Poseía una perspicacia apocalíptica y una cultura extraordinaria, que ponía a disposición de sus amigos como quien pone sobre la mesa un paquete de cigarrillos, un buen vino y unos cuantos vasos. Misántropo, malhumorado, gruñón, nunca tuvo el menor respeto por el género humano. Sólo por su familia y sus pocos amigos, a los que escogía deliberadamente. E infeliz quien no pasara el examen. A veces, en alguna cena, yo tenía que saltar casi por encima de la mesa para trincarlo por el cuello cuando le daba por escupir dialécticamente a alguien. Despreciando era letal. Implacable. La mejor definición que conozco es del periodista Antonio Arco, que lo conocía bien: «Era pacífico y peligroso». Me hizo feliz a menudo, acompañándome en momentos importantes de mi vida como escritor. Venía con el resto de la peña y se sumaba a comidas, a cenas, a copas hasta las tantas. Leal como un arponero intrépido. Yo lo admiraba, como todos, sin condiciones ni límites. Pertenecía a una casta superior. El día que consiguió su cátedra, el profesor Belmonte y yo cerramos una discoteca y le organizamos una fiesta invitando a todos los jóvenes de su facultad. Y quemamos Murcia. Entre mis mejores recuerdos se cuenta una noche en la que él y Alberto Montaner –otro monstruo extraordinario–, catedrático de la Universidad de Zaragoza, discutieron en el café Gijón de Madrid, adoptando uno el punto de vista dominico y otro el jesuita –podían haber intercambiado papeles sin despeinarse–, en un duelo irónico, brillantísimo, que nos tuvo a los amigos fascinados durante horas. Y es legendaria la anécdota de cuando una alumna fue a pedirle a Pepe Perona que dirigiera su tesis de licenciatura, y él dijo: «De acuerdo. Empezará usted yendo a la biblioteca del Vaticano, a Florencia y a Bolonia para prepararse. Le procuraré el modo de hacerlo». Ella respondió: «No creo que mi novio me deje». Y entonces el maestro de Gramática, indicándole la puerta, zanjó: «Pues que le dirija la tesis su novio, señorita». La ausencia de su sonrisa divertida y fatigada, sin esperanza, deja en mi vida un agujero del tamaño de un disparo de postas. Nunca olvidaré su mueca escéptica de sabio educado en la altivez del suicidio, que sabe cómo y dónde termina todo. «La cultura se ha ido a la mierda –solía decir–. Occidente ha desaparecido.» Adivinaba la venganza cíclica de la Historia en este cochambroso mundo viejo, impotente, ya sólo capaz de parodiarse a sí mismo, estrangulado por políticos iletrados y masas de turismo analfabeto. «Es un error promover la lectura del Quijote en las escuelas –escribió una vez–. ¿Quién librará a los alumnos de las depresiones promovidas por la lectura y su meditación?» Lo peor de todo es que, muriéndose a destiempo, el maestro de Gramática revienta nuestro plan de asistir juntos a las últimas horas de esta caduca y moribunda Europa: acodados en la ventana de una biblioteca, copa de vino y cigarrillo a mano, viendo a la gente correr aterrada por las calles mientras los bárbaros violan a respetables matronas, saquean la ciudad y arde Roma.

Sin palabras.
Algún día escribiré mi propio artículo en homenaje.

domingo, 22 de marzo de 2009

HABRÁ QUE CREER, ALEJANDRO FILIO



Como para crear hay que creer, aquí os dejo un pedacito de un concierto de Filio.

El guardián entre el centeno

- Creo que un día de estos averiguarás qué es lo que quieres. Y entonces tendrás que aplicarte a ello inmediatamente. No podrás perder ni un solo minuto. Eso sería un lujo que no podrás permitirte. Ya sé que esto no va a gustarte nada, pero en cuanto descubrás qué es lo que quieres, lo primero que tendrás que hacer será tomarte en serio el colegio. No te quedará otro remedio. Te guste o no, lo cierto es que eres estudiante. Amas el conocimiento. Comenzarás a acercarte, si ése es tu deseo y tu esperanza, a un tipo de conocimiento muy querido de tu corazón. Entre otras cosas, verás que no eres la primera persona a quien la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y te animará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualemente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de lellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía.
Con esto no quiero decir que sólo los hombres cultivados puedan hacer una contribución significativa a la historia de la humanidad. No es así. Lo que sí afirmo, es que si esos hombres cultos tienen además genio creador, lo que desgraciadamente se da en muy pocos casos, dejan una huella mucho más profunda que los que poseen simplemente un talento innato. Tienden a expresarse con mayor claridad y a llevar su línea de pensamiento hasta las últimas consecuencias. Y lo que es más importante, el noventa por ciento de las veces tienen mayor humildad que el hombre no cultivado.

El dolor de la lucidez



"Despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad."

jueves, 19 de marzo de 2009

Hola chicos. He tardado un poquito en acceder a nuestro espacio, pero ya estoy aquí.
Me encanta la fuente que viene seleccionada de antemano para el texto, ¿a ti también, verdad Son?, ¿es "Georgia"? Una complicidad perfecta ya desde el principio...

Tenía ya muchas ganas de entrar, pero como en Murcia no tengo red, pues andamos más limitadillas. A lo largo de estas semanas en las que este fantástico ya había sido parido, he pensado mucho sobre qué escribir, ¿qué publicar? Ahora, frente al ordenador, paso. Es decir, paso de buscar, sólo quiero contaros, contarme a mí de alguna manera, que estoy triste. Sí, esta noche estoy muy triste.

A veces me gusta estar triste. Me suele pasar, que cuando así me siento, me pierdo, me pierdo en mí, y dudo, y me planteo, y no me encuentro, ni me defino ¡¿Y qué más da, verdad?!, ¡¿qué narices importa si no me encuentro en este momento?! "Supongo que es la estupidez de mi naturaleza" acabo diciéndome. En el fondo, es mucho mejor así.

Es siempre lo mismo. Es decir, me doy cuenta de que la tristeza se viste con los mismos guantes de seda para ajedrezar mi partida. La juega delicadamente, suave. A penas hace ruidos en sus movimientos de noche, pero yo la escucho. Se mueve pausadamente, y no acepta la derrota. A cada instante cavila un movimiento joven que la hará nueva, pero el jugador de enfrente me planteará otro anochecer. La penumbra me escandila otra vez. ¿Qué es? El tablero gris. Vuelvo a mover; peón, alfil, caballo, torre, rey y "JAQUE".

martes, 17 de marzo de 2009

Felicidades

CUMPLEAÑOS
Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

En el día de tu cumpleaños, porque quiero anotar en nuestro blog la gracia de tu alegría.
Un beso muy grande, Ale.

lunes, 16 de marzo de 2009

El derecho de soñar

Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos al menos el derecho de imaginar el que queremos que sea. Naciones Unidas han proclamado extensas listas de derechos humanos, pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos por un ratito? Al fin del milenio, vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible...

El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones.

La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor. El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia.

La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar. Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir no más, como canta el pájaro sin saber que canta, y como juega el niño sin saber que juega.

En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo.

Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.

Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas.

Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.

El mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio de declararse en quiebra.

La comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio; porque la comida y la comunicación son derechos humanos. Nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión.

Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle.

Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos.

La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla, y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.

La justicia y la libertada, hermanas siamesas, condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, volverán a juntarse bien pegaditas espalda contra espalda.

En Argentina, las locas de Plaza de Mayo, serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.

La perfección... la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses, pero en este mundo, en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última, y cada día como si fuera el primero.

EDUARDO GALEANO

domingo, 15 de marzo de 2009

Los nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano.

jueves, 12 de marzo de 2009

Ojos azules

He encontrado este fragmento de Pérez Reverte y me he detenido en él, quizá por la intensidad de los sentimientos que atisba a contar, o tal vez por la elección de los adjetivos. Espero que os guste, chicos.

"Por fin reconoció que añoraba su piel sumisa, y el tono quedo de su voz cuando lo acariciaba. Y aquella mirada oscura que a veces fijaba en él, orgullosa y lúcida e inconquistable allá adentro; y experimentaba una indefinible nostalgia de algo que apenas había llegado a conocer."

Sobre la certeza

Me repito, porque esto ya lo tengo publicado en mi blog, pero el poema de Alejandro...

La inútil tarea de concretar la palabra. Cerrar el círculo, construir el último tabique del templo, dar el irrevocable suspiro antes de.
Proponer la escultura imprecisa del verbo.
La única manera de sobrevivir al desencuentro es verter a ciegas, en ese espacio limítrofe con el sueño, los símbolos arrancados del árbol negro de la memoria. No espero consumar la difícil tarea que me propone el silencio: romper sus márgenes duele a veces como un último beso; sin embargo, arrastrar la posibilidad es suficiente para obligarme al delirio, para originar un destello en las impasibles teas de este laberinto.
¿Quién dormirá a la noche cuando el verbo sea conquistado?, ¿quién, con lengua firme, cantará las inaprensibles glorias del recuerdo, los transparentes laureles y sus despojos?

No seré yo. No será este verso destrozado.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Instrucciones para crear

No hay instrucciones para crear.
Crear es la instrucción.
Pero no porque yo lo diga,
o lo digáis vosotros.
Crear es la instrucción
básica y continua
de cualquier cosa en el universo.
Es el estado natural de las cosas.
Un universo
que, según los últimos ecos de la ciencia,
no es más
que un fenómeno eléctrico.
Y ¿cómo algo eléctrico
puede llegar a ser
una piedra
un árbol
un pájaro?
¿Cómo de cosas eléctricas
podemos hacer
las noches y los días,
el mal humor y la risa?

Solo una cosa pasa:
Si te lo crees, lo creas.
Si te lo crees, lo creas.
Si te lo crees... lo creas.

ALEH

lunes, 9 de marzo de 2009

Leer para vivir

La lectura es como el paracaidismo: en condiciones normales la practican algunos espíritus arriesgados, pero en caso de emergencia le salva la vida a cualquiera.Óscar Tulio Lizcano, víctima de la guerrilla colombiana, acaba de rendir un inaudito testimonio de la forma en que los libros preservaron su dignidad. En la clínica de Cali donde se recupera de ocho años de privaciones como rehén de las FARC, habló de la selva donde perdió 20 kilos, pero no la lucidez. De los 50 a los 58 años vivió agobiado por las enfermedades, la desnutrición, las humillaciones de perder todo sentido de la privacidad. Para conservar la cordura, clavó tres palos en la tierra y decidió que fueran sus alumnos. Lizcano les enseñó política, economía y literatura. Como tantos maestros, se salvó a sí mismo con la prédica que lanzaba a sus perplejos discípulos. Un comandante vio el aula donde los palos tomaban lecciones y decidió pasarle libros. Lizcano leyó a Homero y seguramente admiró la desmesura de Héctor, que desafía al favorito de los dioses. "La poesía me alimentó", ha dicho el hombre cuya dieta material era tan ruin que se veía mejorada por un trozo de mono o de oso hormiguero.En las cárceles, las dictaduras, el exilio y los hospitales otros lectores han encontrado un consuelo semejante. Aunque el fin de los libros se anuncia con frecuencia, los desastres del mundo refrendan su importancia. "Soy un optimista de la catástrofe", ha dicho George Steiner a propósito de la vigencia de la letra. Cuando el viento sopla a favor, la gente duerme la siesta. En los momentos de prueba y las horas bajas, busca el auxilio de un libro.En Los náufragos de San Blas Adriana Malvido relata la odisea de tres pescadores mexicanos que se extraviaron en el Pacífico durante 289 días. La sed, el hambre, el sol y los tiburones eran sus más evidentes enemigos. Tuvieron que sortear esos peligros, pero también el tedio, la convivencia forzada, las ideas que podían llevarlos a la demencia. ¿Cómo sobreponerse a esos días inertes e idénticos a sí mismos? Uno de los pescadores llevaba una Biblia a la que atribuye su supervivencia.Abundan los ejemplos de libros que han dado fortaleza en situaciones límite. De acuerdo con Bertrand Russell, la obra más impresionante y mejor escrita sobre la vida en cautiverio es Un mundo aparte, del polaco Gustaw Herling. Este testimonio excepcional también fue admirado por Albert Camus y Jorge Semprún. De 1940 a 1942 Herling estuvo preso en campos soviéticos de la región de Kargópol. Su libro revela el grado de aniquilación al que llegó el estalinismo. En ese "mundo aparte" los prisioneros dormían bajo un foco encendido y solo en el hospital recordaban lo que era la noche. Ahí Herling leyó el testimonio de Dostoievski sobre Siberia, La casa de los muertos, sorprendido de que un libro sobre la dureza de la cárcel pudiese aliviar e incluso alegrar su encierro. Uno de los misterios de la literatura es que gratifica al mostrar el sufrimiento, y lo trasciende con la emoción de la obra lograda. Herling no encontró en Dostoievski una evasión sino un espejo. La casa de los muertos le fue prestada por una mujer que leía esas páginas con obsesión y ansiaba que él terminara la lectura para volver a ellas. Al razonar su pasión por ese libro de los libros, la mujer le dice a Herling: "Cuando no hay esperanza de salvarnos, ni la menor fisura en los muros que nos rodean; cuando no podemos levantar la mano contra el destino, precisamente porque es nuestro destino, solamente queda una cosa: levantar la mano contra nosotros mismos". Esa lectora ya no se sentía dueña de su vida. El libro le reveló que aún podía ser dueña de su muerte. La posibilidad de decidir su último destino, de suicidarse o aplazar ese acto, le otorgó una sensación de libertad. El pasaje muestra un caso límite, la disyuntiva final en la que seguir respirando implica un desafío. Gracias a la lectura de Dostoievski, el calvario se convirtió en una forma de la resistencia.VAYAMOS a otro urgido de literatura. Hace poco Sean Connery recibió uno de esos premios por trayectoria de vida con los que el mundo del cine resalta su glamour. Después de una lluvia de elogios sobre la ardua tarea de besar mujeres hermosas en el papel de James Bond, alguien recordó el humilde origen de Connery en Escocia, el cuarto en el que fue recogido de bebé y donde le asignaron como cuna el cajón de un escritorio. Su destino original era el de un descastado, pero se convirtió en un icono de la cultura de masas. Después de eso, el actor se limitó a decir: "Es cierto que mi origen fue poco auspicioso, pero a los cuatro años me ocurrió un milagro: aprendí a leer". El aprendizaje del alfabeto puede ser poco espectacular. Para alguien que dormía en el cajón de un escritorio significó un cambio de piel.En caso de necesidad, la lectura salva. A veces, el libro en cuestión ni siquiera tiene que ser bueno. En 1781, Diderot curó la depresión de su mujer leyéndole novelitas sentimentales.Kafka era más exigente: "Solo me gustan los libros que muerden". En la cárcel o el naufragio, ese mordisco recuerda que no hemos sido destruidos. En la vida común permite que no seamos tan comunes.
Juan Villoro

domingo, 8 de marzo de 2009

Maneras de leer

Hay que leer, hay que leer...
¿Y si, en lugar de exigir la lectura, el profesor decidiera de repente compartir su propia dicha de leer?
¿La dicha de leer? ¿Qué es la dicha de leer?
Preguntas que suponen, en efecto, un estupendo retorno sobre uno mismo.
Y, para comenzar, la confesión de una verdad que va radicalmente en contra del dogma: la mayor parte de las lecturas que nos han formado, no las hemos hecho a favor, sino en contra. Hemos leído (y leemos) como si nos parapetáramos, como si nos negáramos, o como si nos opusiéramos. Si eso nos da aires de fugitivo, si la realidad desespera de alcanzarnos detrás del "encanto" de nuestra lectura, somos unos fugitivos ocupados en construirnos, unos evadidos a punto de nacer.
Cada lectura es un acto de resistencia. ¿De resistencia a qué? A todas las contingencias. Todas:
- Sociales.
- Profesionales.
- Psicológicas.
- Afectivas.
- Climáticas.
- Familiares.
- Domésticas.
- Gregarias.
- Patológicas.
- Pecuniarias.
- Ideológicas.
- Culturales.
- O umbilicales.
Una lectura bien llevada salva de todo, incluido uno mismo.
Y, por encima de todo, leemos contra la muerte.

Daniel Pennac
Como una novela (Anagrama)

sábado, 7 de marzo de 2009

Hibiscus

Os transcribo el poema que leyeron en su despedida:
HIBISCUS
Durante días y noches
contemplo embebecido el rebrotar, la plenitud,
el agostarse y la caída.

Ha transcurrido el tiempo, y ya es diciembre.
Sentado frente al fuego,
miro las secas ramas hibernadas
y sé que volverá el milagro circular.

Por eso, en esta noche lenta,
he dejado dicho a quienes amo
que, en aquella Primavera de los otros
cuando yo sea recuerdo,
planten sobre mis restos
un tallo desgajado de esta planta.

Y en el julio imposible
me encenderé en los mediodías gozosos del estío
y volveré a la tierra con el cantar del grillo.

Seré así parte y savia de los ciclos
en el esplendor temporero del hibiscus.

martes, 3 de marzo de 2009

lunes, 2 de marzo de 2009


Navidad de 2008

Cumple
de Alicia

Cumple
de Inma

Cumple
de Sonia

sábado, 28 de febrero de 2009

Comenzamos

Toda palabra llama a otra palabra.
Toda palabra es un imán verbal,
un polo de atracción variable
que inaugura siempre nuevas constelaciones.
Una palabra es todo el lenguaje,
pero es también la fundación
de todas las transgresiones del lenguaje,
la base donde se afirma siempre un antilenguaje.
Una palabra es todavía el hombre.
Dos palabras son ya el abismo.
Una palabra puede abrir una puerta.
Dos palabras la borran.

Roberto Juarroz


Bienvenidos.