Hay que leer, hay que leer...
¿Y si, en lugar de exigir la lectura, el profesor decidiera de repente compartir su propia dicha de leer?
¿La dicha de leer? ¿Qué es la dicha de leer?
Preguntas que suponen, en efecto, un estupendo retorno sobre uno mismo.
Y, para comenzar, la confesión de una verdad que va radicalmente en contra del dogma: la mayor parte de las lecturas que nos han formado, no las hemos hecho a favor, sino en contra. Hemos leído (y leemos) como si nos parapetáramos, como si nos negáramos, o como si nos opusiéramos. Si eso nos da aires de fugitivo, si la realidad desespera de alcanzarnos detrás del "encanto" de nuestra lectura, somos unos fugitivos ocupados en construirnos, unos evadidos a punto de nacer.
Cada lectura es un acto de resistencia. ¿De resistencia a qué? A todas las contingencias. Todas:
- Sociales.
- Profesionales.
- Psicológicas.
- Afectivas.
- Climáticas.
- Familiares.
- Domésticas.
- Gregarias.
- Patológicas.
- Pecuniarias.
- Ideológicas.
- Culturales.
- O umbilicales.
Una lectura bien llevada salva de todo, incluido uno mismo.
Y, por encima de todo, leemos contra la muerte.
¿Y si, en lugar de exigir la lectura, el profesor decidiera de repente compartir su propia dicha de leer?
¿La dicha de leer? ¿Qué es la dicha de leer?
Preguntas que suponen, en efecto, un estupendo retorno sobre uno mismo.
Y, para comenzar, la confesión de una verdad que va radicalmente en contra del dogma: la mayor parte de las lecturas que nos han formado, no las hemos hecho a favor, sino en contra. Hemos leído (y leemos) como si nos parapetáramos, como si nos negáramos, o como si nos opusiéramos. Si eso nos da aires de fugitivo, si la realidad desespera de alcanzarnos detrás del "encanto" de nuestra lectura, somos unos fugitivos ocupados en construirnos, unos evadidos a punto de nacer.
Cada lectura es un acto de resistencia. ¿De resistencia a qué? A todas las contingencias. Todas:
- Sociales.
- Profesionales.
- Psicológicas.
- Afectivas.
- Climáticas.
- Familiares.
- Domésticas.
- Gregarias.
- Patológicas.
- Pecuniarias.
- Ideológicas.
- Culturales.
- O umbilicales.
Una lectura bien llevada salva de todo, incluido uno mismo.
Y, por encima de todo, leemos contra la muerte.
Daniel Pennac
Como una novela (Anagrama)
Como una novela (Anagrama)
2 comentarios:
Vaya, vaya, cómo funciona el imán verbal... El sábado estaba leyendo ese libro yo también, Sux! Qué coinci, no? Leer salva, pero crear da vida.
¿Coincidencia?, ¿qué es la coincidencia?
Un beso.
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