Oda a Salinas
El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.
A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.
Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.
Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera música,
que es la fuente y la primera.
(...)
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4 comentarios:
Alex, a propósito de este fin de semana tan musical que hemos pasado.
Gracias, Son. Pero no estamos ni a la altura de Fray Luis ni de Salinas. Eso sí, menos mal que existe la música y que de vez en cuando nos salva. Me voy a tener que acostumbrar a entrar en el imán a diario.
Sería una buena costumbre, verdad?
Este Salinas es el magnífico organista y profesor de música Francisco de Salinas (1513-1590). Me encanta este poema, porque entronca con la tradición clásica y con la visión que de la música había en España antes de la Contrarreforma.
Gracias a ella, España es la que es; no hubo grandes músicos en España,como los de la Europa protestante, después de ella (sí antes) y lo que había de música en la liturgia católica fue eliminado.
Estas "herejías" contribuyeron a que Fray Luis diera con sus huesos en la cárcel.
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