Parecemos convencidos, sobre todo los más jóvenes, de que la educación y la sanidad son públicas y gratuitas. Yo, a día de hoy, y observando la pasividad que esta sociedad demuestra ante los diferentes abusos de poder que ejerce el gobierno regional empiezo a sentir miedo ante la devaluación de las mismas. Hoy se aprueba en la Asamblea Regional el Proyecto de Ley propuesto por el Partido Popular para recortar el presupuesto de la región en 300 millones de euros. Lo que me parece gravísimo es que dicho gobierno haya decidido que los recortes sean aplicados a bienes tan básicos y tan necesarios como son educación y sanidad. Parece que esta familia se ha vuelto loca, vende su casa para comprar vestidos bonitos, copas de bohemia, un buen cava y brindar bajo el Puente de los Peligros por el precioso cielo estrellado.
Los recortes salariales y la subida en horas de trabajo a los funcionarios públicos son hoy el centro de la protesta, pero sin duda me preocupan también algunas cuestiones de las que se está hablando menos, como son los despidos de personal o la repercusión social que tiene esta medida para cada uno de los ciudadanos. O acaso vamos a ser tan simples como para pensar que un gobierno, que no protege y defiende los derechos de sus propio trabajadores, va a crear mecanismos para defender a cualquier trabajador que sea despedido sin causa justificada, le sea reducido su salario o le sea aumentado su horario. La misma persona que despide, reduce salarios y aumenta horarios por supuesto que no. Por esto considero que los DERECHOS por los que luchan hoy los TRABAJADORES de la función pública son los derechos de TODOS LOS CIUDADANOS.
Sólo todos y cada uno de nosotros tenemos la capacidad de cambiar las cosas y no dejar que se ejerza semejante abuso de poder. PERSONAL DOCENTE, SANITARIO Y TODOS LOS TRABAJADORES en la CALLE, en la PROTESTA y en la HUELGA está nuestro poder, está nuestra respuesta y están nuestras razones.
Murcia, 23 de diciembre de 2010